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Cáncer de pulmón

¿Qué es?

El cáncer de pulmón se forma a partir de las células del pulmón que han crecido anormalmente y se han multiplicado para formar un tumor.

Es uno de los tipos de cáncer más diagnosticado en el mundo (mayoritariamente en hombres), el segundo después del de mama a fecha de 2020 y el primero en mortalidad a nivel mundial.

La exposición al tabaco continúa siendo el factor de riesgo más importante relacionado con el desarrollo de la enfermedad y es el responsable del 80-90% de los casos.

El diagnóstico tardío hace que sea uno de los tumores con peor pronóstico. No obstante, las nuevas terapias dirigidas a mutaciones específicas y la inmunoterapia están aumentando la supervivencia en este tipo de cáncer.

Existen dos tipos de cáncer de pulmón:

Cáncer de pulmón microcítico (células pequeñas): entre un 10-15% de los tumores de pulmón son de este tipo. Suele crecer rápido y ser más agresivo. Para su tratamiento actualmente se utiliza cirugía, radioterapia, quimioterapia o inmunoterapia.

Cáncer de pulmón no microcítico (células no pequeñas): es el más frecuente. Dentro de este tipo existen diferentes subtipos:

  • Carcinoma de células escamosas o epidermoide: supone el 25-30% de todos los cánceres de pulmón. Es más frecuente en fumadores.
  • Adenocarcinoma pulmonar: es el tipo más frecuente entre los no microcíticos. Puede tener mutaciones en distintos genes como EGFR, ALK, ROS-1,RAS, NTRK, METex14 o RET, que permiten el uso de fármacos orales específicos contra esas mutaciones. La presencia de estas mutaciones es poco frecuente.
  • Carcinoma de células grandes: es menos frecuente que los anteriores.

La aparición de síntomas como tos duradera, dificultad para respirar, aparición de sangre al toser, alteración de la voz o ronquera, entre otros, puede hacer sospechar de un tumor en el pulmón. Para confirmar este diagnóstico se mandarán distintas pruebas para completar el estudio como:

  • Biopsia: se realizará una prueba que se llama broncoscopia mediante la que se extraerá una muestra del interior de la tráquea y bronquios.
  • Radiografía o placa de tórax.
  • Escáner o TC (Tomografía Computarizada) o Tomografía por emisión de positrones (PET) para ver si hay otras partes del cuerpo afectadas.
  • Gammagrafía ósea para comprobar si hay afectación de huesos.

Una vez se haya establecido un diagnóstico y comprobado si el tumor afecta a otras partes del organismo se identificará el estadio de la enfermedad para poder elegir el mejor tratamiento.

  • Estadio I: el tumor es pequeño y está localizado en el pulmón únicamente. Se suele utilizar la cirugía en estos casos.  
  • Estadio II: el tumor es más grande, pero sigue estando localizado en el pulmón y/o en los ganglios cercanos. En estos casos puede usarse quimioterapia además de cirugía.
  • Estadio III: el tumor se ha extendido a otras partes del cuerpo, pero dentro de la cavidad torácica. En el tratamiento de estos estadios puede usarse radioterapia, quimioterapia (combinado o por separado), inmunoterapia, terapias dirigidas y en algunos casos cirugía.
  • Estadio IV: el tumor ha aparecido en otras partes del cuerpo como cerebro, hígado o huesos entre otros órganos, es decir, hay enfermedad metastásica. En estos casos la cirugía no se considera una opción idónea y se utilizan tratamientos con quimioterapia, inmunoterapia o terapias dirigidas, con el fin de alargar la supervivencia y mejorar la calidad de vida.

Afecta más a hombres que a mujeres. Aunque la incidencia en mujeres está creciendo en los últimos años por el aumento de mujeres fumadoras. También es más frecuente en personas de edad avanzada.

El tabaco es el principal factor de riesgo para el desarrollo de un tumor pulmonar. La mayoría de los cánceres de pulmón aparecen en personas fumadoras o que han fumado en el pasado (hasta un 90% en hombres y 80% en mujeres). Aunque en menor medida, los fumadores pasivos también tienen mayor riesgo de padecer un cáncer de pulmón.

Existen otros factores de riesgo como:

  • La contaminación.
  • Sustancias como el asbesto o amianto, carbón, brea, aluminio, gas radón o petróleo y sus derivados. Personas que han estado en contacto con estos materiales presentan mayor riesgo de tener un cáncer de pulmón.
  • La edad avanzada
  • Antecedentes familiares de cáncer de pulmón u otros tipos de cáncer.

Otras enfermedades como la fibrosis pulmonar idiopática o la enfermedad obstructiva crónica (EPOC) pueden aumentar el riesgo de cáncer de pulmón

Algunos de los síntomas que pueden aparecer son:

  • Alteración de la voz o ronquera.
  • Tos duradera
  • Dificultad para respirar o falta de aliento.
  • Dolores
  • Problemas al tragar
  • Pérdida de apetito
  • Pérdida de peso
  • Cansancio

El tratamiento del cáncer de pulmón sigue un plan de tratamiento protocolizado entre los distintos especialistas de cada centro y siguiendo la evidencia científica. En el tratamiento del cáncer de pulmón se utilizan distintas opciones como cirugía, radioterapia, quimioterapia, inmunoterapia y tratamientos dirigidos.

El cáncer de pulmón microcítico se trata de manera distinta al no microcítico.

Para el tratamiento del cáncer de pulmón no microcítico existen distintas opciones de tratamiento como:

  • Cirugía: suele utilizarse en estadios tempranos y localizados, cuando el tumor es pequeño y no hay ganglios afectados. El riesgo de recaída es menor tras cirugía. Hay distintas técnicas según la parte del pulmón que se extirpe:
    • Segmentectomía: se quita una parte del lóbulo.
    • Lobectomía: se quita un lóbulo pulmonar. Es la más frecuente.
    • Neumonectomía: se extirpa el pulmón entero.
  • Radioterapia: se encarga de destruir las células malignas mediante radiaciones sin afectar a las células sanas. Puede utilizarse en estadios localizados cuando el paciente no puede someterse a una cirugía. También puede usarse junto con quimioterapia o después de la cirugía (radioterapia adyuvante).
  • Quimioterapia:  se trata de medicamentos que se administran por vía intravenosa. Después de cada sesión, por lo general, tendrá un período de descanso de unas semanas. Esto permite que su cuerpo se recupere de los posibles efectos secundarios. La quimioterapia actúa atacando al ADN de la célula tumoral y la destruyen. Esto impide que el tumor siga creciendo o se disemine a otras partes del cuerpo.
    • Como llegan a todas las partes del cuerpo pueden atacar también a células sanas y producir efectos secundarios como anemia, bajada de defensas y/o plaquetas, cansancio, fatiga, náuseas o vómitos, alopecia, diarrea, neuropatía entre otros.
    • Puede usarse tras cirugía en tumores localizados, adyuvancia y también en estadios más avanzados.
    • Estos fármacos suelen utilizarse en combinación, y algunos ejemplos son: Carboplatino, cisplatino, pemetrexed, paclitaxel, docetaxel, vinorelbina o etopósido son medicamentos que se administran por vía intravenosa durante un tiempo determinado, vinorelbina y etopósido pueden administrarse también mediante cápsulas de administración oral y nintedanib se administra en forma de comprimidos. 
  • Inmunoterapia: son un tipo de fármacos llamados anticuerpos monoclonales que se administran por vía intravenosa. Estos fármacos se encargan de activar al sistema inmune (defensas) para atacar a las células tumorales. Existe una proteína llamada ligando 1 de muerte programada (PD-L1) presente en las células tumorales, que ayuda al tumor a evadir al sistema inmune. Estos fármacos se dirigen a esta proteína, bloqueándola y permitiendo que el sistema inmune pueda luchar contra las células tumorales.
    • La inmunoterapia produce menos efectos secundarios que la quimioterapia, aunque si aparecen, pueden ser graves ya que podría producir en ocasiones la inflamación de algunos órganos como hígado, piel, pulmón, colon, etc.
    • Se puede utilizar en estadios tempranos y o en estadios metastásicos en monoterapia o en combinación con diferentes fármacos.  Algunos medicamentos dentro de este grupo son pembrolizumab, nivolumab, atezolizumab o durvalumab.
  • Tratamientos dirigidos: algunos cánceres de pulmón pueden presentar mutaciones en genes de las células tumorales. Existen fármacos que actúan sobre estas mutaciones impidiendo así su crecimiento. La mutación más frecuente es EGFR seguido KRAS, ALK, MET, ROS-1, RET NTRK. Estos fármacos se pueden utilizar   en estadios tempranos o avanzados cuando haya metástasis.
    • Los medicamentos que actúan sobre la mutación de EGFR son osimertinib, gefitinib, erlotinib, afatinib o dacomitinib. Crizotinib y entrectinib se pueden usar en pacientes con alteraciones de ROS-1 y alectinib, brigatinib, ceritinib, critozinib y lorlatinib se usan solamente si existe traslocación de ALK. Para las alteraciones MET se pueden utilizar Capmatinib o tepotinib. Si existe alteración en RET se puede utilizar selpercatinib, mientras que si existe alteración en NTRK se podría utilizar larotrectinib y entrectinib.
    • Bevacizumab es un anticuerpo monoclonal de uso intravenoso que actúa sobre el factor de crecimiento endotelial vascular. Este factor ayuda a las células cancerosas a desarrollar un nuevo suministro de sangre. Bevacizumab al bloquear este factor impide también el suministro de oxígeno y nutrientes a las células cancerosas impidiendo su crecimiento.  

 

En el caso del cáncer de pulmón microcítico o de célula pequeña los tratamientos utilizados son:

  • La cirugía se utiliza en tumores muy localizados, aunque raramente se utiliza ya que el diagnóstico en estadios tempranos es poco frecuente.
  • Radioterapia se puede administrar a nivel cerebral para prevenir la aparición de metástasis cerebrales y junto con quimioterapia en el tratamiento de estadios localizados.
  • Quimioterapia: normalmente se utilizan medicamentos por vía intravenosa como cisplatino  o carboplatino y se pueden combinar con diferentes fármacos como por ejemplo etopósido,  que puede administrarse por vía intravenosa o por vía oral.
  • Inmunoterapia: se puede utilizar atezolizumab junto con quimioterapia.

Enfermedades Oncológicas

Fecha de actualización: 27/01/2024
Autoría y revisión: GEDEFO