VIH (virus de la inmunodeficiencia humana) / SIDA (síndrome de inmunodeficiencia adquirida)
El virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) es una infección que ataca al sistema inmunológico del organismo, concretamente a los glóbulos blancos llamados células CD4. El VIH destruye estas células CD4, debilitando la inmunidad de la persona frente a infecciones oportunistas, como la tuberculosis y las infecciones fúngicas, infecciones bacterianas graves y algunos cánceres.
El síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA) es la fase más avanzada de la enfermedad.
El VIH no sobrevive fácilmente en el medio ambiente, por lo que para que se transmita la infección es necesario que el virus penetre en el organismo a través de la sangre o mucosas . La transmisión del VIH se produce de persona a persona por distintas vías, que implican el contacto con sangre o fluidos.
A nivel mundial la mayor parte de las infecciones se producen al mantener relaciones sexuales con penetración sin protección con una persona con carga viral detectable . El riesgo de transmisión varía según la práctica sexual (15-25%).
Otro mecanismo de infección corresponde a la transmisión de madre infectada a hijo/ao transmisión vertical. Esto puede producirse durante el embarazo, el parto o la lactancia. La probabilidad de transmisión vertical en mujeres que no reciben TAR (terapia antirretroviral) se ha estimado en un 22,6%, aunque con TAR esta probabilidad puede reducirse a prácticamente cero.
La vía de transmisión de mayor riesgo es la inyección de productos contaminados, sobre todo en casos de transfusión de sangre o derivados, con una probabilidad de infección entre el 90% y el 100%. En España, se realiza un control de todas las donaciones de sangre desde el año 1986 por lo que la posibilidad de contagio por esta vía está descartada.
El uso de material punzante/cortante de personas con carga viral detectable supone un riesgo elevado de infección. Esto puede ser debido al uso compartido de material para la administración de drogas (jeringuillas) o en los casos de exposición accidental en personal que manipula material contaminado de personas con carga viral (personal sanitario, de limpieza...)
Aunque el VIH puede encontrarse en la saliva, lágrimas y sudor, no se han descrito transmisiones a partir de ellos. Tampoco se han descrito casos por el contacto habitual dentro de la familia, el trabajo o la escuela.
¿Qué síntomas son los más frecuentes?
Muchas personas no presentan síntomas del VIH en los primeros meses tras la infección y pueden no saber que están infectadas. Más de la mitad de los pacientes pueden experimentar síntomas que suelen aparecer entre 2 y 4 semanas después de la infección . Las manifestaciones clínicas son parecidas a las de la gripe, como fiebre, adelgazamiento, dolor de cabeza, erupciones cutáneas y dolor de garganta y de duración variable (de unos días a 2-3 semanas).
A medida que la enfermedad progresa, los síntomas se amplían y son más pronunciados. Pueden incluir inflamación de los ganglios linfáticos, pérdida de peso, fiebre, diarrea y tos. El VIH debilita la capacidad del organismo para combatir otras infecciones, y sin tratamiento las personas serán más susceptibles a otras enfermedades graves como la tuberculosis, la meningitis criptocócica, las infecciones bacterianas y algunos tipos de cáncer como los linfomas y el sarcoma de Kaposi.
Actualmente disponemos de medicamentos en el contexto de infección por VIH con diferentes objetivos.
Tratamiento
Está indicado en todos los pacientes infectados por VIH, y debe iniciarse lo más pronto posible tras el diagnóstico, evitando demoras innecesarias. Los tratamientos actuales consiguen controlar la presencia del virus VIH en el organismo con pocos efectos adversos.
El tratamiento de la infección por el VIH se llama terapia antirretroviral (TAR) y consiste en una combinación de antirretrovirales , que reduce la replicación del virus en la sangre, reduciendo así la carga viral a un nivel indetectable.
El TAR no cura el VIH pero permite a las personas seropositivas llevar una vida sana y productiva. También actúa como prevención eficaz, reduciendo el riesgo de transmisión en un 96% (indetectable = intransmisible).
Existen diferentes familias de fármacos TAR en función de la forma en que actúan en el organismo de las personas con infección por VIH.
Los medicamentos comercializados en la actualidad, permiten en la mayoría de las ocasiones tomar un tratamiento sencillo, con un único comprimido al día y que se tolera muy bien (no produce molestias). Hay información disponible de todos ellos en el apartado de Medicamentos.
El TAR debe mantenerse durante toda la vida. En los casos en que el TAR no consigue controlar la infección, se tendrá que cambiar a otros medicamentos.
Las personas que siguen un TAR y tienen carga viral indetectable no transmiten el VIH a sus parejas sexuales . Un tratamiento eficaz previene la transmisión del VIH de madre a hijo durante el embarazo, el parto y la lactancia.
Profilaxis preexposición (PrEP)
Actualmente hay disponible una combinación de dos medicamentos (emtricitabina/tenofovir) que administradas por vía oral consiguen evitar el contagio de la infección por VIH aunque haya una exposición de riesgo con personas infectadas con carga viral positiva.
Este tratamiento no consigue un efecto inmediato desde el primer día en que se empieza a tomar, por lo que se debe tener la precaución de iniciarlo un tiempo antes de estar expuestos a una situación de riesgo.
Los preservativos previenen el VIH y otras infecciones de transmisión sexual, la profilaxis PrEP utiliza medicamentos antirretrovirales para prevenir únicamente el VIH.
Profilaxis post-exposición (PEP )
Si una persona tiene un contacto de riesgo con otra que presenta infección VIH con carga viral detectable hay riesgo de contagio de la infección. Para reducir este riesgo, se ha demostrado que el uso de una combinación de medicamentos puede reducirlo en un porcentaje elevado. Como condición indispensable el tratamiento se debe tomar tal y como indican los profesionales sanitarios y durante el tiempo indicado sin olvidar ninguna toma.
Para más información puede consultar
En español:
- VIHinfo.NIH.gov - El VIH y el SIDA Aprende más sobre el VIH y el SIDA utilizando esta colección de hojas informativas, infográficas, términos relacionados con el VIH, etc con este servicio del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) de los Estados Unidos
- Clinicalinfo VIH.gov - Base de datos de medicamentos Información sobre medicamentos relacionados con la infección por el VIH, incluidos los antirretrovirales y los empleados para tratar las infecciones oportunistas que han sido aprobados por la FDA, así como los que están en fase de investigación
Consideraciones en población pediátrica y adolescente
La información contenida es esta ficha es aplicable a la población pediátrica y adolescente, con excepción de algunos medicamentos por falta de experiencia.
Los niños también pueden infectarse por el VIH, por la denominada trasmisión vertical, durante el embarazo, el parto (lo más frecuente) y a través de la lactancia materna, poco frecuente porque en madres seropositivas, se desaconseja la latancia.
Aunque no hay inmediatos signos físicos de la infección al nacer, un niño nacido con VIH puede desarrollar infecciones oportunistas en los primeros meses de vida: neumonía por Neumocistis carinii, infecciones bacterianas, meningitis, infecciones por hongos, infecciones virales y parasitosis
Los niños nacidos con infección por VIH pueden presentar síntomas como bajo peso al nacimiento y poca ganancia de peso en los primeros meses de vida, aftasn (llagas en la boca), inflamación de ganglios, hígado y bazo, problemas neurológicos e infecciones.
Aunque no hay un tratamiento para la curación del la infección por VIH, los medicamentos actuales pueden disminuir la progresión de la enfermedad y mejorar la calidad de vida del niño, convirtiéndola en una enfermedad crónica.
La infección VIH es mínimamente contagiosa de un niño a otra persona. Principalmente hay que evitar el contacto con la sangre del niño infectado.
Es posible disminuir significativamente el riesgo de infección en los recién nacidos de madres infectadas con la administración de fármacos a la madre, y como hemos dicho, evitando la lactancia.
El tratamiento se realizará mediante una combinación de varios fármacos antivirales. El éxito del tratamiento depende de una perfecta adherencia al mismo.
Su farmacéutico colaoborará con el equipo médico para conseguir un excelente cumplimiento terapéutico, con buena tolerancia y buenos resultados.
Estos niños deberán ser revisado con frecuencia para realización de controles analíticos, examen físico y manejo de posibles efectos secundarios.
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Fecha de actualización:
10/05/2024
Autoría y revisión:
ATENCIÓN FARMACÉUTICA AL PACIENTE CON VIH
Coautores:
GEFP