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Cáncer renal

¿Qué es?

El cáncer renal, de células renales o hipernefroma es un tipo de cáncer que aparece en el revestimiento de los túbulos (tubos muy pequeños) del riñón.

Existen varios tipos de cáncer renal, siendo el más frecuente el carcinoma (9 de cada 10). Otros tipos son el carcinoma de células transicionales, el carcinoma de la pelvis renal y el tumor de Wilms (en niños).

Dentro del carcinoma renal existen diferentes subtipos en función de la apariencia de las células al microscopio. Siete de cada 10 carcinomas renales pertenecen al subtipo de células claras. Otros tipos pueden ser carcinoma papilar o cromófobo. Un 10% de los carcinomas renales pueden ser de tipo sarcomatoide, es decir, cáncer de los tejidos conectivos (músculo, nervio, hueso, etc.). Este tipo es más agresivo, crece más rápido y se expande con mayor facilidad que otros.

El cáncer puede extenderse a otras partes del organismo a través de la sangre o del sistema linfático dando lugar a metástasis. Los sitios más frecuentes de aparición de metástasis por cáncer renal son pulmón, hueso, hígado, glándulas suprarrenales o cerebro.

Diagnóstico

Muchos diagnósticos se producen de casualidad cuando se está realizando análisis para otros problemas de salud.

Para conseguir un diagnóstico definitivo es necesario una prueba de imagen (ecografía, resonancia magnética o TC del tórax, abdomen y pelvis) y una biopsia (extracción de tejido y análisis posterior en el laboratorio).

Tras el diagnóstico es importante establecer el estadio de la enfermedad para elegir el tratamiento más adecuado y conocer el pronóstico de la enfermedad.

  • Estadio I engloba a los tumores localizados únicamente en un riñón y que miden menos de 7 cm.
  • Estadio II se refiere a los tumores localizados únicamente en un riñón pero que miden más de 7 cm.
  • Estadio III el tumor se encuentra en un riñón, pero se ha diseminado a los ganglios linfáticos de alrededor.
  • Estadio IV el tumor se ha expandido a los ganglios linfáticos o a otras partes del organismo independientemente del tamaño.

El cáncer de riñón es el tumor maligno más frecuente del riñón (80-85%) y representa el 2-5% de todas las neoplasias malignas en el adulto. Es el séptimo cáncer más común entre los hombres y el noveno entre las mujeres, con una mayor prevalencia en estos primeros (2:1), además, es más frecuente en afroamericanos que en los pacientes de raza caucásica. A nivel global se estima que se diagnostican cada año unos 430.000 nuevos casos.

Se trata de una neoplasia que aparece generalmente en pacientes mayores de 50 años, con un pico de incidencia en los 65 años. Las tasas más altas han sido observadas en el Este de Asia, América del Norte y Europa. En España, se estima que en 2022 se diagnosticaron 8.078 nuevos casos de cáncer renal.

Actualmente no se conoce la causa o posibles causas que provocan el cáncer de riñón.

El tabaco y la obesidad son los principales factores de riesgo establecidos para el cáncer renal. Otros factores de riesgo son la hipertensión arterial, la edad, mal uso de ciertos medicamentos para el dolor y la enfermedad renal poliquística adquirida. También existen tipos hereditarios, como la enfermedad de Von Hippel-Lindau.

Con frecuencia, los pacientes son asintomáticos y se diagnostican por el hallazgo casual de una masa en las pruebas de imagen.

Algunos de los síntomas que pueden aparecer son:

  • Presencia de sangre en la orina (hematuria).
  • Dolor en un costado.
  • Aparición de un bulto en el abdomen.
  • Otros síntomas no específicos son fiebre, malestar, anemia y pérdida de peso.
  • Los síntomas de enfermedad metastásica, como el dolor de huesos, las adenopatías y los síntomas pulmonares, no suelen presentarse al diagnóstico.

Estos síntomas no son exclusivos del cáncer de riñón, sino que se pueden dar en enfermedades benignas, por ejemplo, en cálculos renales o en infecciones del tracto urinario. No obstante, en el caso de tener alguno de estos síntomas debes consultar a tu médico.

El tratamiento del cáncer renal sigue un plan de tratamiento protocolizado entre los distintos especialistas de cada centro y siguiendo la evidencia científica.  Puede curarse con una operación quirúrgica cuando está localizado. Sin embargo, cuando el tumor se ha extendido a otros lugares (metástasis), el pronóstico en general es desfavorable, aunque un pequeño porcentaje de pacientes pueden tener una lenta evolución durante varios años.

Cirugía

Cuando el tumor se diagnostica en estadios tempranos (I y II) se puede realizar una nefrectomía total (extirpación de todo el riñón) o parcial (solo se quita una parte).

Radioterapia

La radioterapia es un tratamiento del cáncer para el que se usan rayos X de alta energía y otros tipos de radiación para destruir células cancerosas o impedir que crezcan. Para la radioterapia externa se usa una máquina que envía la radiación desde el exterior del cuerpo hacia el área en la que se encuentra el cáncer. La radioterapia externa se usa para tratar el cáncer de células renales, y a veces también se usa como terapia paliativa para aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida.

Quimioterapia

La quimioterapia destruye células en rápida división, como las células cancerígenas, en todo el organismo. Es muy efectiva en otros tipos de tumores, pero en cáncer renal casi no se utiliza. Puede ser una opción de tratamiento en algunos tumores raros que no sean de células claras.

Terapias dirigidas

Se trata de medicamentos que actúan sobre una diana específica de las células tumorales impidiendo el crecimiento y la división de estas células. Al tener una acción dirigida presentan menos efectos adversos que la quimioterapia. Se utilizan sobre todo en estadio IV con o sin metástasis o cuando existe recaída de la enfermedad.

Estas terapias pueden ser de dos tipos:

  • Anticuerpos monoclonales: se trata de proteínas creadas en el laboratorio que se administran de forma intravenosa. Actúan sobre la superficie de la célula. Uno de estos es bevacizumab que impide la formación de vasos sanguíneos alrededor del tumor impidiendo que le llegue oxígeno y nutrientes y produciendo su destrucción.
  • Inhibidores de tirosin-quinasa o inhibidores de mTOR: son medicamentos de administración oral que actúan dentro de la célula. Impiden el crecimiento de las células cancerígenas y su expansión a otras partes del organismo. Algunos fármacos inhibidores de tirosin-quinasa son sunitinib, axitinib, pazopanib, sorafenib, tivozanib o cabozantinib. Dentro de los inhibidores de mTOR destaca everolimus.

Inmunoterapia

La inmunoterapia es un tipo de tratamiento que se encarga de reactivar al sistema inmune para que luche contra el tumor. El sistema inmune tiene interruptores de encendido y apagado. El tumor intenta mantener los interruptores apagados. La inmunoterapia vuelve a encender estos interruptores consiguiendo así que nuestro sistema inmune esté activado y luche contra las células tumorales. Algunos medicamentos usados con este mecanismo de acción son:

  • Pembrolizumab
  • Nivolumab
  • Ipilimumab

Enfermedades Oncológicas

Fecha de actualización: 12/02/2024
Autoría y revisión: GEDEFO