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Psoriasis

¿Qué es?

La psoriasis es una enfermedad inflamatoria de la piel, generalmente de curso crónico y recurrente, que produce lesiones escamosas engrosadas e inflamadas, con una amplia variabilidad clínica y evolutiva. No es contagiosa, aunque sí puede tener un componente genético.

Existen varias formas de psoriasis como la psoriasis vulgar o en placas, en gotas, invertida, ungueal, pustulosa, eritrodérmica, del cuero cabelludo y la artrítis psoriásica; siendo la más habitual la forma vulgar o en placas.

Puede afectar a cualquier parte de la piel, frecuentemente a las zonas de codos, rodillas, cuero cabelludo, uñas, abdomen, espalda y plantas de las manos o los pies.

Afecta al 1-5% de la población mundial. Actualmente, en España se estima una prevalencia del 2,3%, con incidencia del 1,4%, lo que supone un aumento respecto a las estimaciones de prevalencia previas.

Suele aparecer con mayor frecuencia en dos franjas de edad (16-22 años y 57-60 años), pero el trastorno puede ocurrir a cualquier edad.

Existe una predisposición genética para padecerla, conociéndose que un tercio de los afectados tiene familiares directos con psoriasis.

La causa no es conocida, pero un tipo de células blancas del sistema inmune presentes en la sangre llamadas linfocitos T, parecen desempeñar un papel central. También se conoce la influencia de factores genéticos y ambientales en el desarrollo de la psoriasis.

Existen multiples factores que influyen en el inicio y en el curso de la enfermedad:

  • Predisposición genética.
  • Periodos de estrés.
  • Influencia estacional: mejoría en verano y empeoramiento en primavera y otoño.
  • Consumo de alcohol y tabaco: puede provocar o aumentar un brote.
  • Obesidad.
  • Medicamentos: muchos fármacos pueden ocasionar un empeoramiento y sus efectos aparecer semanas o meses depués de iniciar su toma. Entre estos tenemos el litio, algunos antiinflamatorios, antihipertensivos, antipalúdicos o medicamentos que contengan yodo. 

La psoriasis suele comenzar como una o más pequeñas placas que se tornan muy escamosas. A pesar de que las primeras placas pueden desaparecer por sí solas, enseguida pueden formarse otras. Algunas placas pueden tener siempre el tamaño de la uña del dedo meñique, pero otras pueden extenderse hasta cubrir grandes superficies del cuerpo, adoptando una forma de anillo o espiral. Las placas pueden ir acompañadas de prurito o picor de leve a intenso.

Si bien la psoriasis no puede ser curada, un tratamiento adecuado puede mejorarla mucho y conseguir la remisión.

Contamos con tratamientos:

  • Tópicos (cremas y emolientes): corticoides, análogos de la vitamina D3, inhibidores de la calcineurina, retinoides, ácido salicílico, antralina, preparaciones con alquitrán.
  • Fototerapia: luz UV
  • Sistémicos (oral e inyectable): inmunosupresores, retinoides, terapias biológicas, entre otros.

El tratamiento debe ser individualizado según la edad del paciente, la presencia de comorbilidades y la severidad o duración de la psoriasis. 

Enfermedades Dermatológicas

Fecha de actualización: 06/01/2024
Autoría y revisión: GTEII