Escuela de pacientes
SEFH

Trasplante de órgano sólido

¿Qué es un trasplante?

Según la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), un trasplante es sustituir un órgano o tejido enfermo por otro que funcione adecuadamente.

Se pueden realizar trasplantes de órganos llamados “sólidos” (riñón, pulmón, corazón, hígado, intestino y páncreas), de tejidos (hueso, tendón, y otras estructuras osteotendinosas, córneas, piel, válvulas cardíacas, segmentos vasculares, etc.) o de precursores hematopoyéticos (que son las células madre y se extraen de la sangre, del cordón umbilical y la placenta).

Necesitan un trasplante de órgano sólido las personas que tienen una enfermedad terminal incurable, que afecta directamente a un órgano concreto, y han agotado ya las otras posibilidades terapéuticas existentes, con lo que trasplantándole un órgano, tiene posibilidad de recuperar su función y seguir viviendo.

El trasplante es para determinados pacientes la única oportunidad para continuar con vida (hígado, corazón o pulmón), mientras que para otros (riñón) puede ser la mejor alternativa de tratamiento.

El riñón, hígado, pulmón y corazón son los órganos sólidos más frecuentemente trasplantados.

Donación y trasplante en España

El trasplante de órganos ha sido uno de los retos más importantes del siglo XX para la comunidad científica, cuyos resultados son debidos al esfuerzo de los profesionales, a la investigación y al desarrollo, así como a la organización y la generosidad de los donantes y sus familiares.

En España, la donación y el trasplante se encuentran regulados por la Ley de Trasplantes, que garantiza entre otros, dos aspectos fundamentales:

  • Altruismo de la donación: nadie puede donar ni recibir un trasplante con otras intenciones o medios que no sea la solidaridad altruista.
  • Equidad en el acceso al trasplante: todos tenemos el mismo derecho y las mismas posibilidades de recibir un trasplante. Esto es así porque existe una red nacional de coordinación y trasplantes, sometida a rigurosos controles para verificar la igualdad de todos los ciudadanos.

El esfuerzo de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) ha hecho de España un referente mundial tanto en tasas de donación como de trasplantes.

En 2023 se realizaron en España 5.861 trasplantes de órganos, lo que resulta en una tasa de trasplante de 122,1 por millón de población (p.m.p.), alcanzada gracias a la tasa de donantes p.m.p. (48,9) más alta del mundo. Se realizaron 3.688 trasplantes renales (8% más que el año anterior), 1.262 hepáticos (+9%), 479 pulmonares (+15%), 325 cardíacos (+5%), 100 de páncreas (+9%) y 7 intestinales (+75%).

Tras el trasplante de un órgano, puede ocurrir que nuestro cuerpo, como un mecanismo de defensa, reconozca a ese órgano nuevo como algo extraño. Por ello, si no recibiéramos medicamentos específicos, nuestras defensas atacarían al nuevo órgano dañándolo y haciendo que no funcione adecuadamente. Este ataque de nuestras defensas contra el nuevo órgano es lo que se conoce como “rechazo”.

Deberá recibir fármacos conocidos como “inmunosupresores”, que suprimen o disminuyen nuestras defensas para que no ataquen al nuevo órgano y le dejen funcionar correctamente.

Será necesario alcanzar un equilibrio entre tener las defensas bajas para evitar el rechazo, pero al mismo tiempo, no tenerlas excesivamente bajas para que nos protejan de las infecciones. Ese equilibrio es a veces complicado de alcanzar, y los episodios de rechazo y de infecciones después del trasplante pueden ser frecuentes.

  • Fármacos inmunospuresores

Para evitar el rechazo, se suele utilizar una combinación de varios medicamentos inmunosupresores. Lo más frecuente es tomar una combinación de 3 fármacos diferentes. Entre ellos estarían: corticoides, tacrolimus/ciclosporina y micofenolato/azatioprina o everolimus/sirolimus.

Se combinan para aumentar su eficacia y conseguir el estado inmunosupresor ideal y a la vez minimizar los efectos secundarios. A largo plazo, este tipo de tratamiento puede producir efectos secundarios entre los que destacan: infecciones, aumento de la tensión arterial, diabetes, daño renal, osteoporosis (fragilidad en los huesos), alteraciones y enfermedades cutáneas... A medida que pasa el tiempo, el riesgo de rechazo se reduce por lo que también las dosis de los fármacos bajan y como consecuencia disminuyen los efectos secundarios.

La medicación inmunospuresora será para toda la vida.

No debe preocuparse si al hablar con otras personas trasplantadas no toman los mismos medicamentos ni las mismas dosis que usted. El tipo de medicamento y su dosis dependen del riesgo de rechazo, del tiempo transcurrido desde el trasplante, del resultado de los análisis y del nivel del fármaco en la sangre.

  • Medicamentos para evitar infecciones

De la misma forma que se le prescriben fármacos para evitar el rechazo, también se le prescriben fármacos para evitar infecciones. Los fármacos que más frecuentemente se emplean para evitar infecciones son: cotrimoxazol, valganciclovir y amfotericina.

La duración de estos tratamientos dependerá del riesgo de infeccción y del tipo de trasplante.

  • Otros medicamentos

Después del trasplante, bien sea por efectos secundarios de los medicamentos o por condiciones específicas del propio trasplante, es muy frecuente la toma de otros medicamentos para evitar o corregir complicaciones.

La supervivencia depende del tipo de trasplante, pero se relaciona con el estilo de vida que lleve y con tomar la medicación. La combinación de ambas cosas reduce las complicaciones.

Es muy importante la adherencia a la medicación, fundamentalmente la inmunosupresora, y seguir las pautas establecidas por el médico.

Por ello le recomendamos:

  • Aprender el nombre de la medicación inmunosupresora y para qué sirve.
  • Tomar la medicación siempre a la misma hora, la dosis correcta y de la misma forma en relación a las comidas (con o sin comida, pero siempre igual).
  • Tomar correctamente la medicación utilizando mecanismos de recuerdo y de control para no olvidar ninguna dosis. El tratamiento inmunosupresor debe tomarlo siempre.
  • Conservar correctamente la medicación, ordenada en lugar limpio, seco alejado de la luz, calor y humedad. Desechar adecuadamente la medicación caducada (puede llevarla a su farmacia).
  • Siempre debe llevar un informe detallado y la medicación que vaya a necesitar.
  • Anotar y consultar con el equipo de trasplante todas las dudas que se le planteen así como de los efectos “no previstos” de la medicación: diarrea, vómitos, dolor de cabeza o estómago.
  • No debe tomar ningún preparado de hierbas medicinales (por ejemplo “Hierba deSan Juan”) ni tomar ninguna medicación nueva sin consultar previamente con el equipo de trasplante, ya que puede interaccionar con los inmunosupresores.
  • Cada vez que asista a una consulta médica, advertirá siempre del tratamiento inmunosupresor que está siguiendo para que el médico lo tenga en cuenta por posibles interferencias con otros medicamentos.
  • Cuando tenga los controles analíticos, irá en ayunas y sin tomar su medicación inmunosupresora (entre los análisis de sangre están los de control de niveles de estas medicaciones).

Trasplantes

Fecha de actualización: 14/07/2024
Autoría y revisión: FARMATRASPLANTE