Reacciones de fotosensibilidad
La fotosensibilidad es una respuesta exagerada o anormal de la piel que se produce por la interacción entre una sustancia química específica (sustancia fotosensibilizante) y la radiación proveniente del sol o de una fuente artificial (luz ultravioleta o UV, láser).
Existen muchos medicamentos y productos químicos que son capaces de inducir este tipo de reacciones – medicamentos fotosensibilizantes – y generan cuadros sintomáticos que pueden llegar a ser graves.
Como curiosidad, decir que la fotosensibilidad puede ser aprovechada con finalidad terapéutica y es la base del uso de algunos medicamentos, como los psoralenos para el tratamiento de la psoriasis o la verteporfina para el tratamiento de la degeneración macular.
No deben confundirse estos medicamentos fotosensibilizantes con los medicamentos fotosensibles, que son aquellos que ante una exposición a la luz solar o rayos UV ven alterada su composición, lo que generalmente causa pérdidas de su efecto.
La fotosensibilidad puede desencadenarse tanto por contacto como por la administración sistémica del medicamento fotosensibilizante.
Las reacciones de fotosensibilidad, según su mecanismo de acción, se clasifican en dos tipos; si existe implicación de nuestro sistema inmunitario se denomina fotoalergia, de lo contrario hablamos de una reacción de fototoxicidad. Aproximadamente un 95% de las reacciones de fotosensibilidad son fototóxicas, y sólo una pequeña parte son reacciones fotoalérgicas.
Explicaremos primero las más comunes y sus principales características diferenciales. La fototoxicidad se desarrolla inmediatamente o a los pocos minutos desde la primera exposición solar, produciendo una reacción semejante a una quemadura solar exagerada, con sensación de quemazón y picazón. Esta reacción se localiza únicamente en las zonas de la piel que se han visto expuestas a la radicación, resolviéndose a los 2-7 días espontáneamente después de haber suspendido el tratamiento. Son más comunes con medicamentos que se administran por vía oral.
Las reacciones de fotoalergia son muy poco frecuentes, y en este caso la reacción aparece al cabo de 1-14 días tras la exposición a la radiación. El motivo es el mecanismo de acción y se requiere un contacto previo al medicamento fotosensibilizante. La radiación UV es necesaria para convertir el agente químico (medicamento) en un compuesto inmunológicamente activo, llamado fotoantígeno, el causante de la respuesta inmune. Ésta es una reacción inflamatoria de tipo eccematoso, causante de mucho picor y que no deja pigmentación residual. Pueden aparecer tanto en zonas expuestas como en las no expuestas, siendo más común de los medicamentos que se administran por vía tópica o cosméticos.
La tabla siguiente muestra, de manera resumida, las principales características:
REACCIONES DE FOTOTOXICIDAD | REACCIONES DE FOTOALERGIA |
---|---|
Son las más frecuentes, (95%). Pueden afectar a grandes grupos de población. | Son muy poco frecuentes. Dependen de las características de cada persona. |
Se produce un daño directo en las células. El compuesto se activa por la radiación UV y se comporta como tóxico para la piel. No tienen carácter inmunológico. Pueden originarse aunque no haya habido un contacto previo. | Se trata de reacciones en las que interviene el sistema inmunitario (son alergias). Requieren una exposición previa al agente fotosensibilizante. |
Se desarrollan de forma inmediata o al cabo de algunos minutos u horas tras la exposición. | Aparecen al cabo de 1-14 días tras la exposición a la radiación. |
Las lesiones son similares a las quemaduras solares como un eritema solar exagerado), y suelen desaparecer en 2-7 días tras la suspensión del fármaco causante aunque a veces se produce una marcada pigmentación de la piel que puede durar meses). | Normalmente se manifiestan como reacciones inflamatorias de tipo exxcematoso, o bien con una erupción, y pruriginosas. Se asemejan a una dermatitis atópica. |
Son más comunes con determinados fármacos que se administran por vía oral. | Son más comunes con medicamentos de administración tópica o cosméticos. |
El daño aumenta con la dosis del fármaco y con el tiempo de exposición a la fuente de radiación. | El daño no depende de la dosis ni del tiempo de exposición a la radiación, ni tampoco de la vía de administración. Pueden aparecer reacciones cruzadas entre fármacos similares. |
Uno de los principales problemas con este tipo de reacciones es la facilidad con la que se pueden confundir con los eritemas solares y/o los eccemas de contacto alérgico graves.
Por ello, a la hora de identificarlas, es importante tener siempre presente las tres condiciones concurrentes necesarias para que éstas se produzcan y son:
- Administración sistémica o aplicación tópica de un medicamento.
- Exposición a la radiación solar o a fuentes artificiales de luz UV.
- Desarrollo de una manifestación cutánea anormalmente exacerbada.
Otro aspecto importante es el conocimiento de los grupos de fármacos más habitualmente implicados en las reacciones de fotosensibilidad. Podemos destacar algunos de ellos:
- Antibióticos: azitromicina, ciprofloxadino, norfloxacino
- Antihipertensivos: losartan, enalapril
- Antiinflamatorios no esteroideos (AINE): ibuprofeno, naproxeno
- Antivirales: aciclovir, valaciclovir, simeprevir, daclastavir
- Antidepresivos: fluoxetina, paroxetina
- Antihistamínicos: cetirizina, loratadina
- Antiulcerosos: omeprazol, ranitidina
- Anticonceptivos orales
Éstos, además, se identifican mediante un símbolo que debe aparecer en el envase exterior para alertar de ello, con un dibujo como el siguiente:
Identificar los grupos de población más susceptibles de desarrollar este tipo de reacciones supone también un importante paso en la prevención, siendo estos especialmente:
- Pacientes con dolor crónico tratados con AINES de forma continua.
- Pacientes hipertensos o con alguna cardiopatía, sometidos a tratamiento con diuréticos tiazídicos (como hidroclorotiazida).
- Pacientes en tratamiento con antibióticos como azitromicina, norfloxacino, ciprofloxacino, levofloxacino, doxiciclina.
- Ancianos y pacientes inmunodeprimidos por la concurrencia en ellos de polimedicación, farmacoterapia crónica e intermitente y otros factores iatrogénicos.
En líneas generales, una vez conocidos tanto los principales medicamentos como los grupos de población con más riesgo, disponemos de herramientas para prevenir la aparición de éstas reacciones.
No siempre es fácil conocer o anticiparse a este tipo de situaciones, por lo tanto, ante la confirmación de un cuadro de fotosensibilidad, la primera medida que se plantea es interrumpir el tratamiento o disminuir su dosis. Si esto no fuera posible, se intentaría adaptar la hora de la toma del medicamento a las horas de menos luz (administrándose por la noche si es de una dosis diaria), evitando a su vez la exposición solar en las horas de insolación máxima y protegerse con ropa adecuada. La utilización de fotoprotectores con un factor de protección elevado es una manera de minimizar el riesgo de reacciones de fotosensibilidad, aunque a veces puede que no sea suficiente. Además, en los días nublados o en la sombra no hay que confiarse ya que también pueden surgir episodios de fotosensibilidad. Por otro lado, las superficies cercanas a la nieve, el agua o la arena la luz UV se refleja por lo que también se requiere tomar precauciones especiales.
¿Qué hemos aprendido?
- La fotosensibilidad es una respuesta exagerada o anormal en la piel a la exposición normal a la luz solar o a una fuente artificial de rayos ultravioleta.
- Se debe identificar si se está utilizando algún compuesto que pudiera desencadenar reacciones de fotosensibilidad.
- En caso de estar en tratamiento con un fármaco fotosensibilizante se debe evitar la exposición directa a la luz siempre que sea posible, usar fotoprotectores y/o ropa adecuada.
Fecha de actualización:
27/09/2024
Coautores:
PkGen