Escuela de pacientes
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Colitis Ulcerosa

¿Qué es?

La colitis ulcerosa es una enfermedad inflamatoria intestinal de tipo crónico que afecta al colon (intestino grueso). Habitualmente comienza en el recto y se puede extender a otros segmentos (colon ascendente, colon transverso y colon descendente).

Puede manifestarse de forma gradual o aparecer bruscamente, y suele caracterizarse por períodos de actividad ( brotes ) presentados seguidos de períodos asintomáticos ( remisión ).

Por tratarse de una enfermedad sistémica, también puede afectar a otras partes del cuerpo como piel, boca, articulaciones, etc. A este tipo de alteraciones (dermatológicas, oftalmológicas, reumatológicas, etc) se las conoce en conjunto como manifestaciones extraintestinales .

En 2023, la prevalencia de la colitis ulcerosa se estimaba en 5 millones de casos en todo el mundo, y su incidencia está aumentando. Aunque se pensaba que se daba más en zonas urbanas, se está viendo un aumento de los diagnósticos en zonas más rurales.

La edad en la que puede presentarse es variable, siendo mayor la incidencia en los rangos de edad de los 15 a los 30 años y de los 50 a los 70 años , tanto en hombres como en mujeres.

Se cree que la colitis ulcerosa se produce por un mal funcionamiento del sistema inmunológico en personas con predisposición genética tras determinadas exposiciones ambientales.

La causa concreta de la respuesta inflamatoria inadecuada es desconocida, aunque las investigaciones apuntan a una compleja interacción entre la predisposición genética, los factores ambientales (dieta, deporte, tabaco, fármacos) y la microflora intestinal.

  • diarrea
  • dolor abdominal
  • rectal sagrado
  • Anemia
  • fatiga
  • fibra
  • perdida de peso
  • Retraso de crecimiento, en los niños
  • Síntomas o complicaciones en otros órganos del cuerpo. Entre las más comunes, están la presencia de lesiones dermatológicas, oculares, articulares y hepáticas.

Los tratamientos para la colitis ulcerosa pueden estar dirigidos bien a controlar los síntomas y evitar la aparición de complicaciones durante los brotes o bien a mantener la enfermedad inactiva y evitar que sucedan nuevos brotes.

Entre las opciones terapéuticas encontramos:

  • tratamiento dietético
  • Fármacos generales o sintomáticos: loperamida, antibióticos, suplementos de vitaminas y minerales, probióticos, plántago, colestiramina... 
  • Fármacos específicos: aminosalicilatos (sulfasalazina, mesalazina), corticoides, antimetabolitos, agentes biológicos, inhibidores de la Janus cinasa y moduladores del receptor de esfingosina 1-fosfato 
  • En ocasiones cirugía

Enfermedades Inflamatorias Intestinales

Toda la información contenida en esta ficha es aplicable a la población pediátrica y adolescente, excepto alguno de los medicamentos que aún no tienen suficiente experiencia en niños.

Como en muchas enfermedades crónicas, los niños y sobre todo los adolescentes pueden sentirse diferentes a los demás niños, ya que durante las crisis pueden no poder hacer las mismas cosas que sus amigos y aparecen problemas de autoestima, tristeza o ansiedad. Esto puede dificultar tomar la medicación o seguir la dieta recomendada. 

Si le preocupa el estado de ánimo de su hijo, consulte con su médico porque puede recibir ayuda.

Los padres pueden ayudar a sus hijos adolescentes a asumir una mayor responsabilidad en el cuidado de su salud a medida que van creciendo.

Fecha de actualización: 07/05/2024
Autoría y revisión: GTEII
Coautores: GEFP