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Obesidad

¿Qué es?

La obesidad es una enfermedad o trastorno crónico que se caracteriza por tener un exceso de  grasa corporal y se acompaña siempre con un peso corporal elevado.

La clasificación de obesidad en adultos se realiza según el Índice de masa corporal (IMC). Este índice se calcula con la siguiente fórmula:

IMC: peso en Kg/altura en m2

  • IMC:25-30 Kg/m2 : sobrepeso
  • IMC mayor o igual a 30 Kg/m2: obesidad
    • Obesidad grado I: IMC: 30-35 Kg/m2
    • Obesidad grado II: IMC: 35-40 Kg/m2
    • Obesidad mórbida grado III: IMC mayor o igual a 40 kg/ m2
    • Obesidad sarcopénica: cuando la obesidad aparece asociada con la sarcopenia. Ocurre en obesos ancianos o con enfermedades crónicas, o tras el trasplante de órganos. La inflamación sistémica de la enfermedad que padecen y la vida sedentaria que llevan estas personas, produce un aumento en el catabolismo muscular y por tanto la  pérdida de masa y fuerza muscular.

El contorno o circunferencia de la cintura es otra medida que orienta en la clasificación de la obesidad, y hace referencia a la grasa abdominal del individuo. En el caso del hombre sería a partir de 102 cm y en la mujer 89 cm. Este parámetro está relacionado con el riesgo de mortalidad por enfermedades cardiovasculares.

Puede afectar a personas de cualquier edad, (adultos o niños) aunque a medida que se envejece aumenta el riesgo de padecerla. A nivel de géneros, la mujer en la menopausia o en el embarazo tiene más riesgo, debido a cambios hormonales.

Su incidencia es mayor en los países industrializados debido a determinados estilos de vida.

Es el producto de muchos factores, genéticos, fisiológicos (metabólicos, hormonales), ambientales, sociales, la edad, el género,  la raza, que junto con una mala alimentación (exceso de aportes calóricos), y una escasa actividad física favorecen su aparición.

 A veces puede ser consecuencia de una enfermedad (hipotiroidismo, síndrome de Cushing, artritis) o ciertos medicamentos (esteroides, antidepresivos, anticonvulsivos, antipsicóticos...), incluso situaciones como el estrés o dejar de fumar pueden producir aumento de peso.

Los síntomas más evidentes son:

  • Aumento de peso.
  • Acumulación de tejido adiposo en zona abdominal y en la cintura.
  • Cambio de la imagen corporal.

Pero a mayor incremento de peso, y al paso del tiempo, se aumenta el riesgo de otros problemas de salud  como son:

  • Edemas y varices en miembros inferiores.
  • Estrías en la piel.
  • Enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares.
  • Diabetes tipo 2.
  • Presión arterial alta.
  • Colesterol alto.
  • Enfermedad hepática.
  • Problemas en los huesos (osteoartritis).
  • Infecciones dermatológicas por acumulación de humedad en los pliegues de la piel.
  • Fatiga crónica.
  • Sudoración excesiva.
  • Enfermedad por reflujo gastroesofágico.
  • Problemas en la fertilidad.
  • Apnea del sueño.
  • Determinados tipos de cáncer.

También influye en la calidad de vida, en aspectos como el sueño o el movimiento y a nivel psicológico, produciendo:

  • Depresión.
  • Discapacidad.
  • Vergüenza y culpa.
  • Aislamiento social.
  • Menor rendimiento en el trabajo.

El tratamiento de la obesidad debe abarcarse de una manera integral y multidisciplinar, y se basa prácticamente en:

  • Cambio a un estilo de vida saludable.
  • Disminución ingesta calórica.
  • Disminución de alimentos procesados y azucarados.

En casos más graves se puede recurrir a la cirugía (cirugía bariátrica) o al tratamiento farmacológico con seguimiento médico, con fármacos como:

  • Liraglutida
  • Setmelanotida
  • Orlistat
  • Bupropion/naltrexona

Otros fármacos que se encuentran en investigación para el tratamiento de la obesidad, son la emaglutida y el exenatida,  dichos fármacos son agonistas del receptor de GLP-1 y actualmente  está  autorizada su comercialización en España para el tratamiento de la diabetes mellitus tipo 2. 

La terapia psicológica cognitiva-conductual, también puede ayudar a su tratamiento, ya que los factores psicológicos influyen en la aparición y empeoramiento de la obesidad.

Enfermedades Metabólicas

En la población pediátrica y en la adolescencia la mayoría de los casos de obesidad se debe básicamente  a un exceso de calorias ingeridas y una escas actividad física. 

En el caso de pediatría algunos factores como el bajo o alto peso al nacer, el crecimiento intrauterino restringido con crecimiento rápido en el periodo postnatal, una ingesta excesiva de proteínas y de energía en los primeros meses de vida, una alta tasa de crecimiento durante los 12 primeros meses de vida, la ausencia de la lactancia materna, y la introducción precoz de la alimentación complementaria puede favorecer la aparición de obesidad en los niños.

En esta población  el IMC va cambiando según el sexo y la edad del niño, la masa corporal va aumentando conforme crece el niño. Hay tablas percentiladas de IMC según la edad y el sexo. Un valor de IMC por encima del percentil 95 se clasificaría como obesidad y entre 85 y 95 como sobrepeso. 

Los niños y adolescentes con obesidad tienen mayor riesgo de padecer diabetes e hipertensión que los que no son obesos, y la mayoría de ellos serán tambien adultos obesos.

En cuanto al tratamiento es igual que en el del adulto. Se deben cambiar estilos de vida y mejorar la calidad de la alimentación teniendo siempre encuenta la edad del niño.

Algunos fármacos como la Setmelanotida y la Liraglutida pueden administrarse en niños apartir de 12 años.

Medicamentos relacionados

La lista de medicamentos no es exhaustiva y está en constante actualización.

Fecha de actualización: 06/06/2024
Autoría y revisión: NUTRICIÓN