Caquexia

Es un síntoma que ocurre en pacientes con ciertas enfermedades progresivas, crónicas y terminales.

Entre las enfermedades en las que puede aparecer la caquexia destacan el cáncer, enfermedades infecciosas (Síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA), parásitos intestinales, tuberculosis), enfermedades del corazón (enfermedad cardiaca congestiva), enfermedad renal crónica, enfermedades pulmonares (enfermedad pulmonar obstructiva crónica), traumatismos graves y algunos trastornos autoinmunes (enfermedad de Chron, artritis reumatoide..), enfermedad de Parkinson, demencia, esclerosis múltiple…

La afectación generalmente es peor para los hombres que para las mujeres.

En muchas enfermedades se produce una gran inflamación que afecta a todo el organismo, produciendo alteraciones metabólicas que hacen que el cuerpo no absorba correctamente los nutrientes. Esto  junto con una mayor necesidad de calorías debida a la enfermedad y a una escasa ingesta por la pérdida de apetito, producen una gran disminución de peso.

Pero esta pérdida de peso no se corrige con un aumento de calorías o proteínas de la dieta. Por ello, ante la falta de nutrientes esenciales, el cuerpo comienza a utilizar proteínas y grasa del propio organismo.

Estas alteraciones metabólicas son debidas a unas sustancias mediadoras de la inflamación que se encuentran en la sangre en determinadas enfermedades: las citoquinas, factor de necrosis tumoral, interferón gamma, entre otros. Son liberadas por las células del organismo, o las células cancerosas. Estas sustancias producen cambios en los depósitos grasos del cuerpo y evitan la formación de tejido muscular.

Se caracteriza por una importante y progresiva pérdida de peso corporal debido sobre todo a una disminución de la masa muscular y masa grasa.

La pérdida de masa muscular puede afectar también al músculo cardiaco, produciendo alteraciones en el corazón que puede llevar a la muerte

Otros síntomas comunes incluyen:

• Náuseas crónicas
• Debilidad
• Fatiga
• Pérdida de apetito
• Alteraciones cardiacas
• Cansancio
• Mala calidad de vida
• Anemia
• Retraso en el desarrollo y crecimiento
• Mala absorción intestinal
• Problemas de movilidad
• Menor respuesta al tratamiento del cáncer

El tratamiento de la caquexia se puede abordar de distintas formas:

• Tratamiento nutricional: aunque por si solo no basta, pero es muy importante tener una ingesta adecuada de calorías, proteínas y vitaminas.
• Tratamiento farmacológico que estimule la aparición del apetito:
  • El acetato de megestrol
  • Corticoides, como beneficio adicional, también pueden reducir la inflamación, lo que puede ayudar a resolver problemas metabólicos.
  • Ciproheptadina
  • Pizotifeno
  • Antidepresivos
  • Vitaminas: complejos vitamínicos B, en especial vitamina B12
• Fisioterapia:
  • Utilizar técnicas como el masaje y la fisioterapia para reducir la pérdida muscular
  • Mantener al paciente activo
• Consejos dietéticos:
  • Dietas variadas y atractivas que animen a comer
  • Horarios regulares en las comidas
  • Porciones pequeñas
  • Comer en compañía y en ambientes agradables
  • Utilizar comidas con distintas texturas y presentaciones para facilitar la alimentación
  • Beber suficientes líquidos
  • Evitar olores desagradables, o comidas con sabores muy fuertes

A menudo, la única manera de combatir eficazmente la caquexia es tratar la enfermedad que la produce. Por ejemplo con antibióticos, radioterapia o quimioterapia, entre otros.