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Urticaria crónica

¿Qué es?

La urticaria crónica es una enfermedad cutánea caracterizada por la presencia de habones, con eritema, inflamación, prurito y, en algunos casos, de ardor y dolor, durante al menos seis semanas, acompañados o no de angioedema (hinchazón de labios y párpados).

Se estima que entre el 8-20% de la población es susceptible de experimentar al menos un episodio de urticaria a lo largo de su vida. La prevalencia de la urticaria crónica en España es del 0,6%, siendo dos veces más prevalente entre las mujeres que en los hombres. La edad promedio de aparición de la urticaria es alrededor de los 40 años.

En el caso de la urticaria crónica, como las lesiones en la piel aparecen sin interrupción, se buscan factores desencadenantes: ciertos alimentos, situaciones que producen estrés, estímulos físicos (frío, calor, presión...), medicamentos (ácido acetilsalicílico, antiinflamatorios no esteroideos, antihipertensivos IECA, codeína), mecanismos autoinmunes, infecciones, etc.

En la mayoría de las ocasiones, no es posible determinar la causa que la provoca.

  • Habones o ronchas en la piel
  • Picor intenso
  • Inflamación de labios o párpados
  • Inflamación de lengua o glotis

La urticaria crónica no tiene cura y, por lo tanto, el manejo apropiado de los síntomas de la enfermedad será crucial.  Para ello contamos con:

  • Fármacos antihistamínicos (cetirizina, levocetirizina, loratadina, desloratadina, rupatadina, fexofenadina, ebastina, bilastina, dexclorfeniramina, hidroxicina)
  • Anticuerpos monoclonales anti-Ig E (omalizumab)
  • Inmunosupresores: ciclosporina A, tacrolimus, metotrexato
  • Corticosteroides sistémicos
  • Otros tratamientos: fototerapia, plasmaféresis, dapsona, entre otros.

Enfermedades Dermatológicas

Toda la información contenida en esta ficha de enfermedad es aplicable a la población pediátrica y adolescente.

La urticaria crónica es más frecuente en adultos que en niños, afectando más a adolescentes que a niños pequeños. Aproximadamente la mitad de los niños o adolescentes presenta tanto habones como inflamación de labios y párpados durante los episodios de urticaria crónica.

El tratamiento debe ser continuado, salvo que la urticaria crónica se deba a factores desencadenantes, en la que debe evitarse la exposición a los mismos o, si no es posible, tomar la medicación pautada por su médico antes de la exposición. Consulte a su médico y farmacéutico el mejor tratamiento para el control de los episodios de urticaria crónica que padece su hijo.

En la mayoría de los casos, la urticaria crónica se resuelve al cabo del tiempo, con una duración de entre dos y cinco años. Además, los niños y adolescentes que conviven con enfermedades autoinmunes, alergias, piel atópica o trastornos mentales como ansiedad y alteraciones del sueño, suelen padecer la enfermedad durante más tiempo.

Para muchos niños, el picor y los habones pueden ser realmente molestos y condicionar el descanso nocturno, afectar al rendimiento escolar e impactar en su imagen corporal. Por ello, es fundamental solicitar apoyo psicológico si fuera necesario, especialmente durante la adolescencia.

El plan de tratamiento y la enfermedad deben ser conocidos por todas las personas que rodean al niño, por ello, es recomendable facilitar información e instrucciones de actuación a profesores y personal que esté a cargo de su hijo en horario escolar.

Fecha de actualización: 08/12/2024
Autoría y revisión: GTEII
Coautores: GEFP