Medicamentos especiales: radiofármacos
Los radiofármacos son compuestos muy diferentes a los fármacos que se conocen y utilizan comúnmente. Son medicamentos especiales que se caracterizan porque, en su estructura, contienen dos elementos fundamentales. Por una parte, contienen un radionúclido (elemento radiactivo) que determinará que éste tenga indicación diagnóstica o terapéutica. El segundo componente es el vehículo (molécula de naturaleza muy variada) que aporta al radiofármaco la capacidad de dirigirse hacia un órgano o tejido concreto (diana).
Debido a este carácter especial de los radiofármacos, se trata de medicamentos que solo pueden administrarse en un hospital. El farmacéutico especialista en radiofarmacia es el profesional que se encarga de garantizar y asegurar la adecuada adquisición, conservación, custodia, preparación y dispensación de este tipo de fármacos.
¿Cómo sería un radiofármaco ideal?
Si tuviéramos que diseñar un radiofármaco, buscaríamos que éste cumpliera las siguientes características:
- Alta afinidad por su diana. Nos interesa que el radiofármaco se concentre y actúe específicamente en el órgano o sistema donde esté la enfermedad.
- Alta especificidad. Máxima captación del radiofármaco en su zona diana y mínima en las estructuras colindantes para reducir los efectos adversos.
- El radionúclido de elección deberá tener un periodo de desintegración adecuado, es decir, nos interesa que haga su efecto durante un tiempo determinado y luego se elimine de forma natural.
¿Para qué se utilizan los radiofarmacos?
Los radiofármacos son medicamentos que han adquirido gran importancia en la práctica clínica por su aplicación con fines diagnósticos y terapéuticos.
Aplicaciones diagnósticas
Desde el punto de vista diagnóstico, la radiación emitida se utiliza para medir funciones fisiológicas o para obtener imágenes mucho más detalladas del interior del organismo.
Las indicaciones diagnósticas de los radiofármacos pueden agruparse de la siguiente forma:
- Delineación de la estructura
- Detección o valoración de una enfermedad
- Evaluación funcional o metabólica
- Evaluación pronóstica o monitorización del tratamiento
Los radiofármacos utilizados con indicación diagnóstica pueden contener dos tipos de radionúclidos:
- Los que emiten radiación gamma, con los que se obtienen imágenes del riñón, pulmón, corazón, esqueleto, etc. El radionúclido más utilizado en este caso es el tecnecio-99m.
- Los que emiten positrones para realizar una tomografía por emisión de positrones (PET), siendo su principal representante el flúor-18.
La tecnología PET proporciona información de procesos biológicos a nivel molecular lo que permite la detección temprana de procesos patológicos, inclusive antes de que se manifiesten los primeros síntomas de la enfermedad. Permite obtener datos cuantificables objetivamente relacionados con la gravedad, evolución y pronóstico de algunas enfermedades.
Las principales aplicaciones clínicas de la PET están dirigidas hacia el campo de la oncología, cardiología y neuropsiquiatría.
Aplicaciones terapéuticas
Los radiofármacos con indicación terapéutica contienen radionúclidos que liberan tipos de radiación de alta energía, como son las partículas alfa o beta con corto recorrido en los tejidos. Son capaces de destruir o debilitar células no deseadas, como en el caso de los tumores.
Algunos ejemplos de radiofármacos terapéuticos son:
- Cápsulas de Iodo-131 utilizadas en el tratamiento de hipertiroidismo o cáncer de tiroides.
- Radiofármacos que contienen Lutecio-177 para tratar diferentes tipos de tumores.
- Radiofármacos que contienen Radio-223 para el tratamiento de metástasis óseas de cáncer de próstata.
¿Cómo se suelen administrar los radiofármacos?
La vía de administración más frecuente es la intravenosa.
También hay algunos radiofármacos que se administran por vía oral, como las cápsulas de Iodo-131 mencionadas anteriormente.
De manera mucho más minoritaria, existen otras vías de administración como la inhalatoria para realizar estudios de ventilación pulmonar o la vía subcutánea para hacer gammagrafías del sistema linfático.
¿Hay que seguir precauciones especiales?
Para todos los pacientes, la exposición a la radiación debe estar justificada en función del posible beneficio. La cantidad de radiación administrada debe ser, en todos los casos, lo más baja posible para poder obtener la información diagnóstica requerida.
Los procedimientos con radionúclidos llevados a cabo en mujeres embarazadas suponen además dosis de radiación para el feto. Durante el embarazo únicamente se realizarán los procedimientos estrictamente necesarios, y sólo cuando el beneficio supere el riesgo para la madre y el feto
El uso en niños y adolescentes debe considerarse cuidadosamente, en base a la necesidad clínica y valorando la relación riesgo/beneficio en este grupo de pacientes.
¿Qué hemos aprendido?
- Los radiofármacos son moléculas compuestas por una molécula o vehículor y un radionúclido (átomo radioactivo).
- Debe tener una alta afinidad y especificidad por su diana biológica para garantizar su seguridad y efectividad.
- Son fármacos seguros ante los que hay que tener precauciones especiales.
- Se emplea en la clínica tanto para fines terapéuticos como diagnósticos.
Fecha de actualización:
28/11/2024
Coautores:
GENESIS