Herramientas de Evaluación de Residentes de Farmacia Hospitalaria

40 En una revisión sistemática de van Hove PD y colaboradores de los métodos de evaluación de habilidades técnicas se concluye que OSATS (Objective Structured Assessment of Technical Skills) es el métodomás aceptado así como el “gold estándar” para estas evaluaciones. Inicialmente fue diseñado para utilizar en el laboratorio y consiste en una escala de calificación global y un check-list específico de los procedimientos. VENTAJAS, LIMITACIONES Y RECURSOS NECESARIOS A continuación nos referiremos al Mini-CEX, que es la herramienta más extendida de las descritas en este capítulo. Entre las ventajas del Mini-CEX puede destacarse la facilidad para su aplicación por el equipo docente. Esto se debe a que se integra bien en la rutina del día a día en los diferentes escenarios clínicos. Es fundamental que los docentes definan con antelación las competencias que se van a evaluar y cuáles son los estándares o descriptores de cada una de ellas. Permite consensuar indicadores de la actuación profesional de interpretación variable. El Mini-CEX es una herramienta válida que puede ser empleada tanto en la evaluación formativa como sumativa. Esto se debe a sus propias características de realización en pacientes reales, en entornos diferentes, en casos de distinta complejidad, etc. Diversos estudios han valorado la factibilidad de este instrumento para la evaluación de residentes. La utilidad de una herramienta de evaluación es directamente proporcional a su validez, reproductividad, impacto educacional y aceptación por parte de los docentes e inversamente proporcional a su coste, y todos estos aspectos se cumplen con el Mini-CEX. Es una técnica eficiente y de fácil aplicación. Es flexible en su diseño y ejecución, medible y permite además conocer el grado de satisfacción del residente y del evaluador. Por otro lado facilita el feedback , una actividad con un importante impacto docente, y fomenta la autorresponsabilidad del residente. También existen algunas limitaciones a la hora de ponerla en práctica, como son la necesidad de contar con la colaboración de otros docentes o tutores, la necesidad de recopilar y seguir las distintas sesiones, la preparación de la prueba con el consenso entre los observadores, la importancia de contar con residentes activos y el posible conflicto de intereses cuando el evaluador es al mismo tiempo formador. Hay actuaciones profesionales que no se pueden evaluar por observación directa, bien porque la baja prevalencia de una patología no garantiza el contacto directo con la misma, bien porque supone un riesgo o gran incomodidad para el paciente. Una opción para estos casos es contemplar la observación en contextos simulados.

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