Herramientas de Evaluación de Residentes de Farmacia Hospitalaria
12 De acuerdo a la Pirámide de Miller 2 hay cuatro niveles de formación para alcanzar las competencias por orden de complejidad: Piramide de Miller. Adaptación de Bernal y Teixidó, 2012 En la base de la pirámide están los conocimientos que se necesitan para desarrollar las tareas profesionales con eficacia. En el siguiente nivel está el saber cómo se deben hacer las tareas, utilizar esos conocimientos, e incluye habilidades del tipo toma de decisiones y razonamiento clínico. El tercer nivel, ‘demostrar como’ da un salto cualitativomuy importante en la evaluación de la competencia clínica, ya que incluye el comportamiento. No obstante, el contexto de aplicación de las competencias no es real. Es un nivel de competencia que se muestra en entornos simulados aunque contextualizados. Y el último nivel la práctica, se trata de la competencia demostrada en situaciones o contextos profesionales reales. Si bien en todos los años de la residencia se desarrollan los cuatro niveles, hay una evolución hacia la punta de la pirámide en los últimos años de formación, por lo que la evaluación debe variar a lo largo de la residencia. El Real Decreto 183/2008 que desarrolla determinados aspectos del sistema de formación sanitaria especializada establece dos tipos de evaluación: la formativa y la sumativa 3 . Se dice que una evaluación tiene finalidades formativas cuando su objetivo fundamental consiste en proporcionar a los residentes feedback sobre su aprendizaje y facilitar la reflexión sobre su progreso, así como introducir medidas correctoras en caso de detectar deficiencias. Una evaluación tiene finalidades sumativas cuando los resultados son la base para la toma de decisiones sobre el nivel de competencia
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